Volvemos a Madrid, a la rutina, a los trabajos… los días de verano se nos escapan entre los dedos, pero oficialmente hasta el 21 de septiembre es época estival y el buen tiempo seguirá acompañándonos por mucho tiempo, por eso, ¿Qué mejor plan que lanzarse a la naturaleza y descubrir algunos de los rincones con más encanto de nuestra Comunidad?, entre ellos, la Cascada del Charco del Hervidero.

La Cascada del Charco del Hervidero se encuentra en San Agustín de Guadalix, en la cuenca media del Jarama. Un esplendor de agua a través de dos grandes saltos que bien merece la pena una visita. Así que ponte zapatillas, ropa cómoda, coge víveres y agua y ¡en marcha!

Hoja de ruta

Apenas 5 km separan San Agustín de Guadalix de la cascada, una ruta donde no faltan puentes de madera, vegetación apabullante y sobre todo, desconexión.

El inicio del recorrido está en el área recreativa de la Laguna de los Patos, allí hay que atravesar la primera pasarela de madera por encima del río, para disfrutar del Lago de los Patos, y continuar por la izquierda. Después hay que pasar por uno de los ojos del puente, paralelos al río, por donde no transita el agua del Guadalix, para situarse en el margen opuesto.

Unos metros más adelante a la izquierda, se encuentra otra pasarela de madera que hay que cruzar para situarse en la otra orilla del río, este punto es conocido con el nombre de Canal Bajo, un enclave repleto de vegetación.

Más adelante, el sendero no tiene pérdida, continuando el curso fluvial el sonido alerta y al acercarse al río ya se pueden divisar unas pequeñas cascadas. Es la zona Charco del Aliso.

Se continúa por la vereda hasta alcanzar el puente de San Antonio. A la derecha hay otro pequeño puente antiguo, hay que seguir por el ancho sendero y a la izquierda está la almenara del sifón de Guadalix. Posteriormente unas escaleras y se sigue hasta el siguiente punto: el objetivo del día. Está en su zona alta, la Cascada del Charco del Hervidero.

Para acceder a la cascada se hace a través de una escalera de piedra no apta para indecisos.

Allí hay espacio necesario para sentarse a disfrutar del día, del camino y de las vistas. Un remanso de paz para todos, mayores y jóvenes.