‘La mirada sabia’, las fotografías de Francesc Català-Roca en una exposición en Madrid

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acoge una exposición de fotografías de Francesc Català-Roca

Arte y exposiciones
Fotografía

Uno de los fotógrafos más emblemáticos de nuestro país llega a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Una muestra de las fotografías de Francesc Català-Roca se expone en Madrid bajo el nombre de ‘La mirada sabia’.

Este fotógrafo es considerado uno de los padres de la fotografía humanista y documental. Comenzó en sus andaduras gracias a su padre, el también fotógrafo Pere Català i Pic.

Conocemos a Francesc Català-Roca por sus fotografías con planos picados y contrapicados. Es famoso por colocar la cámara en lugares complicados, consiguiendo estampas que han pasado a la historia. Así, retrató algunos paisajes de Madrid, a sus plazas y algunos de los lugares más conocidos de la capital, como el Puente de Segovia o el templete de Gran Vía.

fotografías Francesc Català-Roca

Se trata de un fotógrafo que lideró la nueva vanguardia documental durante los años 40 y 50, una continuación renovada del movimiento de la anteguerra que fotografiaba su padre. Y es que Francesc consiguió aunar los conocimientos adquiridos en el laboratorio de su padre con las tendencias fotográficas de la época de entreguerras.

Sus fotografías retrataron toda la realidad social española, con estampas de la vida cotidiana y algunos de los acontecimientos históricos. Fue colaborador de algunos periódicos de la época como las publicaciones de Destino, Gaceta Ilustrada y La Vanguardia.

Realizó más de 200.000 fotografías a lo largo de su vida y se codeaba con muchos de los artistas de la época, como Dalí, Chillida, Guinovart o Miró.  Consiguió el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1983 y la Cruz de Sant Jordi en 1992.

fotografías Francesc Català-Roca

Con el tiempo, Català-Roca dirigió su mirada segura hacia los detalles decisivos de las cosas, con la pretensión de comunicar su propia visión de la realidad. Sólidamente instalado en las gradas de la certeza, siempre sintió una profunda seguridad en la validez de sus propias percepciones. Esta fue probablemente la característica esencial de su fotografía. Una fotografía que marcó el final de la puerilidad tardopictorialista de aquellos años. Pero el fotógrafo supo fijar como nadie en la edad eterna de sus fotografías, llenas de sabiduría y de humanidad.

Podremos disfrutar de esta exposición desde el 18 de enero hasta el 9 de julio.

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