Pucará es el nuevo restaurante peruano abierto en Chamartín, concretamente en la Plaza de Cataluña. Un lugar íntimo y personal donde sentirse como en casa saboreando lo mejor de Perú y disfrutando de una cocina de encuentro.

El restaurante ofrece una carta caracterizada por su mestizaje, por el respeto a una tradición milenaria y por el uso de ingredientes que proponen un delicioso recorrido desde la Cordillera Andina a la costa del Pacífico, pasando por la selva Amazónica. Platos de toques atrevidos y de cuidada materia prima que se funden con otros ingredientes mediterráneos.

Pucará apuesta por la autenticidad, las raíces y una cultura que ha conjugado de una forma única el legado histórico y los sabores de occidente y oriente.

La carta cuenta con emblemáticos platos como el ceviche que aquí se puede degustar en dos versiones: el ceviche de mariscos thai, con sabores afrutados, leche de coco y ají amarillo y el ceviche de corvina y crujiente de calamar con un fondo cítrico y refrescante que embriaga el paladar.

Si seguimos con los platos de influencias más costeñas, nos encontramos con el tiradito de corvina y pulpo en ají amarillo, los mejillones a la chalaca para hacer las delicias de los amantes del picante. Se ahonda en las raíces más milenarias con platos versionados como las riquísimas croquetas de ají de gallina, la causa de pollo y de langostino o el anticucho de pulpo.

Para los amantes de la carne hay propuestas como el mítico lomo saltado en nido de patata, el sofisticado guiso de ossobuco y tuétano servido en su hueso y acompañado de pan brioche y la panceta laqueada con char siu con toques más nikkei. No podrían faltar elaboraciones como el arroz chaufa amazónico con toques ahumados o el quinotto de gambas a la huancaína, sin duda, un bocado sorprendente y pleno de sabor.

Por supuesto, dentro de la carta líquida no falta el famoso Pisco Sour o el Chilcano como opción perfecta para empezar o terminar.

Pucará cuenta también con una terraza muy acogedora donde disfrutar de una comida o cena muy especiales.

Nos ha encantado conocer el porqué de la elección de «Pucará» como nombre para este establecimiento tan especial: El toro o torito de Pucará (una población y un peñón homónimos situados en Perú) se considera un símbolo de prosperidad y protección. El origen de este símbolo viene una la leyenda que cuenta que, en Pucará hubo una prolongada sequía, no había agua y los pozos se estaban secando rápidamente. Cierto día, a un campesino indígena se le ocurrió hacer una ofrenda como sacrificio al dios Pachakamaq, decidió subir al peñón de Pucará llevando consigo un toro y hacer sus peticiones de lluvia. El toro, al oponer resistencia, clavó su cuerno en una roca y de ésta brotó agua, tanta agua que el pueblo pudo sobrevivir a la sequía…

Nos ha gustado mucho cómo han adaptado su propuesta gastronómica a esa costumbre tan madrileña y española de probar varios platos, por lo que presentan muchas de sus elaboraciones a modo de tapas o raciones, ideales para compartir, sin necesidad de hincharse a comer para disfrutar de todo.

También nos gusta que te pregunten cuán picante quieres que te sirvan alguna de sus recetas o que los piscos no tengan tanto alcohol como habitualmente (salvo que lo quieras tú, claro) para que puedas, incluso, beber un par de ellos sin problema.

El equipo de sala es magnífico y te aconseja de maravilla sobre qué y cuánto pedir, la historia que hay detrás de su establecimiento y de cada uno de los platos. Un 10.

Pucará ha pasado, directamente, a ser uno de nuestros tres restaurantes peruanos favoritos.