Restaurantes italianos hay muchos. La «passione italiana» aterrizó en Madrid hace años y se ha asentado de la mejor manera: con trattorias, osterias y restaurantes italianos que traen un trocito de Italia hasta la capital, trasladando los sabores reconocidos de la península itálica.

Prueba de ello es el restaurante Peppe Fusco, perteneciente al Grupo Pulcinella, un grupo de restauración que cuenta  que se ha convertido en un referente italiano en Madrid. Cuidado por la tradición, por el producto de calidad y por el buen comer,

Un público tanto joven como más adulto se sienta en la terraza y en el interior de Peppe Fusco en busca de un italiano que nos transporte hasta Italia. Este ambiente distendido que reina en Peppe Fusco no solo se consigue con las recetas de la Nonna, sino también con su propuesta de cócteles, como el mítico Aperol Spritz, al que dedican un tardeo para celebrar el aperitivo italiano todos los jueves a partir de las 17 horas en su terraza.

Comer en Peppe Fusco

Para el fundador del Grupo Pulcinella, Enrico Bosco, en Peppe Fusco se quiere brindar a los comensales una experiencia gastronómica que va más allá de los platos italianos que ya hemos probado alguna vez, pero eso no significa que falten pastas como la mítica carbonara. Así, en esta carta se quiere transmitir las recetas inspiradas en los sabores de la «Nonna» de Bosco, y en las memorables vacaciones que pasaba junto a ella en el sur de Italia.

Así, encontramos una carta larga y difícil para elegir entre tanto opción que preserva la autenticidad culinaria italiana. Los antipasti presentan un surtido de entrantes italianos. No falta la burrata, la parmigiana, el famoso «vitello tonato» o el carpaccio de solomillo crudo. Este último, la carne es de gran calidad, un sabor muy potente y viene terminado con unas virutas de parmesano.

Como platos principales, destacan las pastas frescas. Casi 20 opciones de pasta, entre las que será difícil de elegir. Desde los platos más típicos, como la pasta con pomodoro y albahaca o la amatriciana, hasta algunos más sorprendentes como la de salmón y vodka o los spaghetti clemenza, con salchicha italiana, tomate, vino y un ingrediente estrella que le aporta un sabor de lo más característico: semillas de anís. También poseen pastas rellenas y si queréis pedir una, os recomendamos los «tortelloni alla zucca», rellenos de calabaza y con una salsa trufada. Un espectáculo de suavidad y sabor en boca.

No pueden faltar las pizzas, que en esta ocasión llevan el nombre de «pinsas»,  y es que se presentan con una masa estilo romano de forma rectangular. Cada bocado sabe a pizza italiana, a una pizza que podríamos comprar en cualquier local de Roma, y eso demuestra que Peppe Fusco lleva por bandera la tradición italiana.

¿Para terminar? Los postres. Su tiramisú es infalible, con un bizcocho con gran sabor a café y una crema de mascarpone muy suave y deliciosa.

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