En el suroeste de Italia, en la punta del tacón, se encuentra la región de Calabria, una de las zonas menos conocidas de Italia por los turistas, pero una de las mejores para disfrutar de la comida italiana tradicional.

Con el objetivo de traer la cultura y gastronomía de Calabria a España, el chef Leonardo Battigaglia, nacido en Catanzaro, la capital de esta región, abrió Pagus en León, un restaurante especializado en pastas frescas y cortes de carne cuyas recetas se inspiran en la zona calabresa.

Ahora, cinco años más tarde, gracias al impulso del cuñado del chef, Anton Shantyr, Pagus ha llegado para quedarse en Madrid. En la calle Padilla, en pleno barrio Salamanca, encontramos este rincón italiano que nos ofrece una experiencia culinaria inigualable, con platos que reflejan la tradición y la personalidad de la región.

Este viaje gastronómico no solo se cata en el paladar, sino que la decoración acompaña: sus mesas con manteles de cuadros blancos y rojos nos harán sentir en un carismático y cálido restaurante calabrés. Además, el cristal que separa la cocina de la sala donde comemos, nos permite ver cómo se cocinan todos los platos. Un puntazo para todos aquellos que amemos ver cómo se preparan las comidas que vamos a degustar.

Pastas y carnes al corte elaboradas al momento

Si queremos vivir la experiencia de Pagus al completo, es muy recomendable primero probar un plato de pasta y después un corte de carne, tal y como manda el menú calabrés tradicional. Pero además de los platos principales estrella de Pagus, si vamos con hambre, os animamos a probar alguno de sus entrantes. Ensaladas, carpaccios, parmigiana, pero queremos destacar su «Vitel Tonné», consistente en finas láminas de carne cocida acompañadas de una salda tonné, cocinada con anchoas y atún, y alcaparras.

Vayamos al melón. Hablemos de sus pastas caseras hechas con las mejores materias primas y terminadas con salsas de ensueño. Tienen tanto pastas rellenas como pastas con diferentes formas. Todas ellas se elaboran a diario desde por la mañana.

En Pagus encontramos recetas originarias de Calabria, como sus «Cavatelli a la frissurata», pero también otras recetas que todos conocemos como la carbonara auténtica o los «Spaguetti aglio e olio». ¿Nuestra recomendación? Probar tanto una receta propia de Pagus, como los «Tortellaci» rellenos de albahaca y ricotta con salsa de espárragos y guanciale, como una clásica, como unos «Rigatoni alla norma». Ambas ricas, sabrosas y al dente. Las cantidades son abundantes, por lo que podemos pedir tanto un plato como sus sartenes (ración y media) para compartir.

Pasemos a la carne. En Pagus son especialistas en cortes de carne. Usan materia prima de calidad excelente que se prepara a la parrilla al momento. Desde lomo alto hasta T-Bone, pasando por un clásico solomillo o un chuletón de vaca vieja. La carne se deshace en boca. Un espectáculo de sabor que no nos podemos perder si venimos a Pagus.

Como maridaje, alguno de sus vinos de bodegas pequeñas, del Sur de Italia o de León, como homenaje al primer Pagus que se abrió en España. Y para el postre, que nunca debe faltar, su deliciosa crema de mascarpone. Adictiva, ligera y con el punto dulce necesario.

En definitiva, Pagus es un restaurante con una calidad precio excelente, con un servicio muy atento. Un lugar perfecto para descubrir nuevos platos del recetario italiano y para degustar pasta casera o un buen corte de carne.

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