Semana del 20 al 26 de mayo: El estreno en España de Manifesto de Stephanie Lake, uno de los atractivos del cierre de Madrid en Danza.

Teatros del Canal acoge, además de esta simbiosis entre danza y percusión, Afanador del Ballet Nacional de España, dedicado al fotógrafo de moda y retratista colombiano Ruven Afanador; Mercedes máis eu, donde Janet Novás funde su danza con la música de Mercedes Peón, y la búsqueda del éxtasis de Shine de Judith Argomaniz

En La Cabrera se exhibirá Mucha Muchacha, homenaje a las creadoras de la Generación del 27 llamadas Las Sinsombrero, y en Pinto Glass House de Eduardo Vallejo, catarsis ritual de un individuo en una sociedad antiutópica que trata de salvarse a sí mismo

El flamenco de la semana lo ponen Zarra, homenaje a uno de los grandes futbolistas españoles, Telmo Zarra, en Alcorcón, y Flamenco: espacio creativo de Alfonso Losa, en San Lorenzo de El Escorial

El baile feroz y el sonido electrizante de la percusión de Manifesto (Teatros del Canal, del 24 al 26 de mayo) llega a España en su estreno dentro del festival Madrid en Danza, que se despide esta semana de su 39ª edición con ocho espectáculos. La compañía de Stephanie Lake quizás la coreógrafa más importante que ha surgido en la danza australiana en la última década, provoca esta simbiosis entre danza y percusión con un conjunto de nueve bailarines y nueve baterías.

Además de Manifesto, Madrid en Danza, que organiza la Comunidad de Madrid, dedicará dos espectáculos al flamenco y otros cinco a la danza contemporánea y a la española. Teatros del Canal aglutinará la mitad de estas obras y el resto se exhibirá en Pinto, La Cabrera, Alcorcón y San Lorenzo de El Escorial.

Después de Colossus (2019), que cohesionaba a 50 bailarines realizando intrincados movimientos contrapuntísticos, en Manifesto, cada pareja de batería y bailarín trabaja como una unidad, que progresa a medida que acumula intensidad en sus movimientos y ritmos y se vuelven más complejos, para desembocar en una expresión de pura energía humana.

Conocida por su estilo coreográfico original y audaz, así como por su llamativa estética visual, la Stephanie Lake Company destaca por espectáculos como Monsters, Skeleton Tree, Replica y Pile of Bones. Trabajando en colaboración con los principales bailarines y diseñadores de Australia, la compañía ha actuado en importantes festivales y lugares de Australia y del resto del mundo, realizando giras internacionales en Francia, Alemania, Hong Kong, Dinamarca, Singapur, Escocia, Canadá, Suiza, Argentina, Ginebra, Irlanda y Taiwán. Habitualmente colabora en teatro, cine, videoclips musicales, ópera y arte visual, y ha creado varios proyectos de participación pública a gran escala para más de mil quinientos participantes.

La bailarina y coreógrafa gallega Janet Novás y la compositora e investigadora del folclore de la comunidad de Galicia Mercedes Peón se alían en Mercedes máis eu (Teatros del Canal, 22 de mayo), Premio de la Crítica de Cataluña a mejor bailarina. Novás empezó a crear desde 2007 desarrollando sus propios proyectos en solitario. Su obra se construye desde la observación, la experiencia y el diálogo con su cuerpo como principal herramienta, apostando por un lenguaje propio.

En esta obra, ambas creadoras exploran las relaciones particulares que existen y se establecen entre su danza y su música plagado de imágenes evocadoras.

Con SHINE (Teatros del Canal, 23 y 24 de mayo, estreno en la Comunidad de Madrid), la coreógrafa vasca Judith Argomaniz cumplió diez años al frente de su compañía, que ha generado un lenguaje propio, muy físico, -donde brillan la precisión y la técnica- dinámico, potente, actualizado a los tiempos que corren, y una estética donde las últimas tendencias en la moda, el cine, la fotografía, y el diseño influyen en las creaciones.

En Shine Argomaniz analiza con sus ocho bailarines la búsqueda del éxtasis, entendido como una droga imprescindible para navegar por un mundo sin empatía, y explora la felicidad, la adicción al hedonismo y la busca de evasión en la sociedad actual al ritmo de la música tecno, planteándolo como un rito desesperado en pos de la fe perdida. La obra pretende ser un retrato de la sociedad-limbo en la que la gente trata de definir su espiritualidad, atendiendo a los dictámenes del todo-ya-ahora.

En Afanador (Teatros del Canal, 23 y 24 de mayo), el Ballet Nacional de España bucea en el universo flamenco del célebre fotógrafo de moda y retratista colombiano Ruven Afanador, reflejado en los libros Ángel gitano y Mil besos, dos sesiones fotográficas realizadas en Andalucía.

El Premio Nacional de Danza y director de La Veronal Marcos Morau pone a dialogar en este espectáculo “la mirada surrealista de Afanador sobre el flamenco” y la del propio Morau, “muy parecida” a la del fotógrafo. Ambas, señala, no representan “el mundo que existe” sino inventan “uno nuevo”.

Mucha Muchacha (Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera, 24 de mayo) fue el debut hace tres años de la compañía del mismo nombre que recupera el festival. En ella reivindica al grupo de mujeres adscrito a la Generación del 27 y conocido como Las Sinsombrero. Lo formaban poetas, escultoras, ilustradoras, filósofas, artistas gráficas y periodistas, entre ellas Maruja Mallo, Marga Gil, María Teresa León, Concha Méndez o Rosa Chacel.

Todas colaboraron en la agitación cultural y la modernización social de los años 20 y 30 en España y tras la guerra civil una parte de ellas quedó relegada en el olvido. En esta pieza, Mucha Muchacha expresa a través de la danza contemporánea y la danza española los conceptos de empoderamiento, determinación, voz, participación, libertad y cooperación.

El coreógrafo asturiano Eduardo Vallejo presenta su cuarta producción al frente de Ogmia, Glass House, en el Teatro Municipal Francisco Rabal de Pinto, el 24 de mayo. Vallejo, que fundó la compañía en 2019, ha desarrollado su carrera profesional en danza clásica y contemporánea en diferentes instituciones europeas y de Oriente Medio, complementando su formación y conocimientos en artes marciales, artes plásticas, fotografía y dramaturgia.

En Glass House abre la puerta a una catarsis ritual imaginando qué sucedería cuando la casa, como lugar que se habita, protege y cobija, deja de ser habitable y reconfortante. A través de esa catarsis, un individuo que vive en una sociedad antiutópica de la que se siente alienado, tratará de salvarse a sí mismo.

Flamenco

De la aportación flamenca a Madrid en Danza destaca un sorprendente espectáculo que funde el baile y el fútbol: Zarra (Teatro Municipal Buero Vallejo de Alcorcón, 25 de mayo). Este montaje, dedicado al que fue máximo goleador de la liga de fútbol española Telmo Zarra es un homenaje creado por su nieta, la bailaora bilbaína Adriana Bilbao. 

Conjugando danza y flamenco con elementos deportivos asociados al fútbol, Zarra recorre la historia de esta leyenda del balompié, jugador del Athletic de Bilbao y de la selección española en una época radicalmente diferente. Bilbao destaca la grandeza del futbolista, su fuerza y nervio que le caracterizaba, resaltando los valores deportivos y humanos que lo engrandecieron como mito.

De Alfonso Losa, el festival recupera su último montaje, Flamenco: Espacio creativo (Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, 24 de mayo), donde su danza flamenca se expone a nuevos conceptos y movimientos. Por este viaje poético que discurre en un escenario desnudo desfilan los palos esenciales del flamenco bailados con distintos lenguajes expresivos: desde los iniciales tientos a los tangos, las seguiriyas y los fandangos.

En una crítica publicada en El Mundo, se resaltaba que “la arquitectura gestual que Alfonso Losa construye con su vocabulario dancístico, posee una fuerza electrizante que atrapa al espectador”.

pbenavente@guiadelocio.es con la info y materiales recibidos de Futura Comunicación.