Ermita de San Antonio de la Florida

Una de las ermitas con mayor belleza de la ciudad. Imagen de San Antonio de Padua y auténticos frescos de Goya.

Monumentos y arquitectura
Museos

La Ermita de San Antonio de la Florida tiene su origen en 1732, año en el que se erige con una imagen de San Antonio de Padua y comienza a tener devoción popular. De hecho, una de las tradiciones más arraigadas de Madrid es su romería, que se celebra el 13 de junio y a la que acudían y aún acuden las jóvenes que se van a casar.

A lo largo del siglo XVIII, las reformas urbanas obligaron a derribar la primitiva ermita de San Antonio (obra de Churriguera) en dos ocasiones y construirla de nuevo en otro lugar. Su último traslado fue debido a las obras del nuevo palacio de La Florida, una gran finca (hoy desaparecida), que daba nombre a la capilla y que había sido adquirida por Carlos IV.

Lo más destacado de la ermita son los frescos, una explosión de vida y color a manos de Goya. En ellos, se integran los elementos utilizados hasta el momento por éste con las nuevas técnicas que incorporará posteriormente a su arte. Entre 1987 y 2005 se llevaron a cabo tres campañas de restauración.

Para garantizar la conservación de estas pinturas, el edificio fue declarado Monumento Nacional en 1905 y más tarde, en 1928, se construyó a su lado una iglesia idéntica, para trasladar el culto y reservar la original como museo.

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