Técnica, perfección y elegancia. Esto esperamos en las elaboraciones de un restaurante francés, y es lo que encontramos en Allégorie, que recoge las tradiciones del país galo y presenta en pleno barrio de Chamberí una propuesta moderna, llena de ideas y combinaciones capitaneadas por el chef Romain Lascarides a las que no ponemos ningún pero.

Cocina de autor en la que se respira sofisticación tanto en sus platos como en el espacio en donde nos encontramos. Un local con encanto con zona de bar en la parte de abajo y un salón elegante en el piso de arriba en donde comer o cenar con un servicio excelente.

Platos equilibrados y redondos, pero complejos, con ingredientes que combinan a la perfección, en donde no faltan las técnicas, sobre todo presentes en las salsas y espumas, que se vuelven protagonistas tanto por su presentación como por su textura y sabor. Bocados que explotan en boca y nos hacen viajar por diferentes sensaciones que solo consigue la cocina bien pensada y elaborada.

Todo esto lo ejecuta Romain Lascarides, el chef formado en la escuela hostelera Lesdiguère y en restaurantes de dos y tres estrellas Michelin con maestros como Arnaud Donckele o Yannick Alleno. Ahora, Romain trae todo su bagaje a Allégorie para presentarnos un restaurante que huye de los clichés de la gastronomía francesa y que ofrece una propuesta con una calidad precio excelente de la que saldremos maravillados.

Qué comer en Allégorie

Allégorie es una opción segura, una cocina sin fallos en la que se busca la perfección, tanto en la combinación de sabores y texturas como en la presentación. Su carta varía según la estacionalidad de los productos, por lo que siempre que vayamos nos va a sorprender.

Podemos conocer  la cocina de Lascarides de distintas formas. A través de su menú ejecutivo de martes a viernes por 25 euros, de su menú de cena por 35 euros, de su carta para la zona de bar en formato raciones o de su carta más extensa para la zona de salón. En la propuesta líquida encontramos algunos vinos tanto de procedencia nacional como francesa, algunos de los cuales podemos pedir por copas.

Topinambos en varias texturas: lentamente asados y confitados, así como en espuma, molienda de avellana y café, Huevo, Trufa de temporada, Pedro Ximénez

En las elaboraciones encontramos productos de temporada de la tierra y del mar, en las que destacan las salsas, que se convierten en el elemento vertebrador de todos los platos, como en su «Calabaza Butternut», en la que la espuma de pan fermentado sorprende por sabor y textura y se invita a probarla junto a una calabaza suave llena de aromas cocinada en la técnica francesa del papillote.

La salsa también adquiere un papel protagonista en su guiso de rabo de toro, oculto tras una espuma de maíz que aporta un contraste dulce al guiso meloso. También en su pollo con piel crujiente, cocinado a baja temperatura y acompañado de diferentes salsas y espumas que elevan cada bocado que tomamos.

Pollo con piel crujiente, teja “arlette” de patatas y ricotta, castañas braseadas, acelgas, pesto de albahaca

Sus postres no se alejan de la calidad de las propuestas saladas. Elaborado por el maestro pastelero en cocina, su éclair es imprescindible, crujiente pero nada duro ni seco en boca, con una crema de pistacho equilibrada y frambuesas en la decoración. El postre perfecto para cerrar una comida redonda en Allégorie.

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