En el año 2006, Sani Sapori abrió sus puertas en Lavapiés, un barrio histórico con una rica diversidad cultural y una gran variedad de colores, al igual que sus helados.

Si hay algo que caracteriza a esta heladería es la elaboración artesanal de sus helados, de ahí que Sani Sapori lleve tantos años conquistando los paladares de madrileños y visitantes.

En su búsqueda por ofrecer la mejor calidad, seleccionan cuidadosamente los frutos secos más destacados y el cacao puro de diferentes orígenes. Asimismo, se aseguran de que sus productos provengan de granjas que respeten el bienestar animal.

Además, se esfuerzan por apoyar a pequeñas empresas proveedoras que compartan sus valores de innovación y sostenibilidad ambiental. Para Sani Sapori es fundamental trabajar con proveedores comprometidos en la búsqueda de soluciones sostenibles y que demuestren su amor por lo que hacen.

En esta heladería además de poder tomar helados, podemos probar sus batidos e incluso comprar sus productos gourmet. Todos los ingredientes que usan son de proximidad, bio, ya que quieren ofrecer a la clientela productos acorde a su filosofía.

Entre los sabores de sus helados encontramos el de pistacho, leche merengada, turrón de Jijona Bio, stracciatella, milhojas, avellana DOP, chocolate negro Ecuador, mango Aphonso, vainilla de Madagascar, fresas bio “Mara de Bois”. Pero también encontraremos sabores tan exóticos como el fruto del mítico árbol del Baobab, o mezclas atractivas y frescas como limón-zanahoria o remolacha con naranja y arándanos.

Además, Sani Sapori tiene opciones veganas y para aquellos con intolerancias.

Una heladería perfecta para todos los gustos y preferencias.