Siempre es un buen momento para descubrir un Madrid diferente, el más recóndito, ese que no todo el mundo conoce.

Nosotros hoy os traemos una pequeña ruta por esas calles poco conocidas que ocultan lugares que nos sorprenderán. ¿Os apuntáis a descubrirlo con nosotros?

Callejón de Jorge Juan y Calle de Puigcerdá

Subiendo desde Serrano o bajando desde Velázquez por la calle Jorge Juan de Madrid, una de las calles más importantes del Barrio Salamanca, encontramos dos calles cortadas que no tienen salida. Son el Callejón de Jorge Juan y la calle de Puigcerdá. Dos calles que ocultan boutiques de moda de lujo y muchos restaurantes, como algunos de nuestros italianos favoritos : Casa Isabella o SottoSopra. Dos calles muy elegantes y con muchísimo encanto.

Créditos: Madrid Film Office

Pasadizo de San Ginés

De todas las calles de este reportaje, puede que el pasadizo de San Ginés sea la más conocida. De la calle Mayor parte este pequeño pasadizo que oculta una librería a pie de calle donde podemos encontrar ejemplares de libros antiguos o clásicos a un precio reducido, así como la chocolatería más famosa de Madrid que lleva también el mismo nombre: San Ginés. ¿Nos pasamos a por un chocolate y unos churros?

Créditos: Antiguos Cafés de Madrid

Pasaje del Comercio

La famosa calle Montera conecta con la calle de las Tres Cruces a través de uno de los pocos pasajes que se conservan de Madrid: el Pasaje del Comercio. Este pasaje fue ideado en el siglo XIX con la intención de albergar algunas de las mejores boutiques para la gente pudiente. Sin embargo, el proyecto no funcionó y ahora solo posee algunos comercios no muy frecuentados.

Pasaje de Matheu

El Pasaje de Matheu también fue construido en el siglo XIX. En sus comienzos, este pasaje fue una galería comercial de cristal muy prestigiosa en donde surgieron los primeros bares con terraza para tomar algo. El Café de París y el Café de Francia de la época llegaron a estar muy concurridos por los franceses que vivían en España. En los años 20 del siglo pasado comenzó el debacle de la galería, y ahora ya han desaparecido los cafés que había entonces. Hoy en día encontramos en este pasaje una calle peatonal con algunos de los bares que más frecuentan los turistas en Madrid.

CC Ricardo Ricote

Calle Pinar

La calle Pinar es una de las menos transitadas de la ciudad, tanto por personas como por vehículos. Y entre los palacetes de ensueño que posee la calle, se encuentra una institución que albergó a algunos de los mejores artistas, escritores y científicos del siglo pasado: la Residencia de Estudiantes. Este emblemático lugar es de titularidad pública, y podemos pasar a ver sus preciosos jardines y sus exposiciones, así como podemos asistir a sus talleres o charlas de manera gratuita.

Travesía del Nuncio

¿A dónde llevan las escaleras de la Travesía del Nuncio? A la mismísima y archiconocida calle Segovia. Esta pequeña travesía nos trasladará a esas calles de París repletas de bistrós en los que nos paramos a por un café a media tarde. Esta travesía es una zona muy cuca en la que nos podemos sentar y disfrutar de una de las terrazas más bonitas de Madrid, Café del Nuncio. Una zona preciosa para tomar algo y ver cómo cae la tarde madrileña.

Calle de los Peñascales

En la zona del metro de O’Donnell se encuentra la calle de los Peñascales, que aparentemente solo es una zona residencial, pero si seguimos hasta el final de la calle, nos encontraremos con la entrada de un parque escondido: la Fuente del Berro. En este parque, además de poder pasear, hacer deporte o un picnic, podemos ver una cascada que estamos seguros de que os enamorará.

Pasaje Doré

Al lado del Cine Doré se encuentra una calle que lleva el mismo nombre que la actual sede de la Filmoteca Española: el Pasaje Doré. El nombre se debe al pintor francés Pablo Gustavo Doré, y ahora alberga una serie de comercios al aire libre pertenecientes al Mercado de Antón Martín.

 

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