Originales, rellenos, de pistacho, con chocolate… Si hay un dulce al que no nos resistimos es a los croissants. Crujientes por fuera y blandos por dentro, no se puede pedir más. Y sin embargo, una cafetería con sede en Madrid ha dado la vuelta a este dulce originario de Francia y ha creado su propia versión. Os hablamos de los umisans, la reinterpretación de los croissants que hace la pastelería Umikobake.

La forma de los umisans es lo que más diferencia a estos croissants. No son de media luna, ni tampoco son alargados, sino que son con forma cilíndrica. La masa del dulce es la misma, un hojaldre crujiente por fuera hecha con harinas de Aragón, con cientos de capas formadas por la mantequilla, y por dentro aireado y alveolado.

El relleno de estos umisans es una de las mayores sorpresas. Hay ocho variedades de umisans. Desde los más sabores a los que estamos más acostumbrados, hasta algunos que nos recuerdan a Asia y otros que nos sorprenderán. Tenemos el tradicional de mantequilla, sin relleno; de tiramisú; té verde; frambuesa; chocolate; cinnamon; kouign amann; y maíz con palomitas.

Pero Umikobake no es solo para hacer una parada y tomarse uno de sus umisans. En esta pastelería también están especializados en mochis. Sus dueños, Juan Alcaide y Pablo Álvaro, creadores también del restaurante Umiko, con un sol de la Guía Repsol, han perfeccionado este dulce japonés hecho a base del grano de arroz glutinoso. A la masa le añaden diferentes sabores, como praliné de avellana, té verde con yuzu, chocolate ruby con fresas o tarta de zanahoria.

Para hacer una pausa y tomarse un dulce delicatessen, o llevarse media tienda. Umiko Bake revoluciona Madrid con sus dulces artesanales, sus mochis y la reinterpretación de su croissants. Los umisans van a convertirse en el dulce más de moda de la capital.