El barrio de Justicia es un lugar donde perderse. Elegante, chic y con una amplia oferta de entretenimiento y restauración, en Justicia siempre hay algo que hacer, algo que ver y algo que probar. Algunos dicen que tiene aires parisinos, otros desearían vivir en cualquiera de sus edificios con bonitas terrazas al exterior, muchos otros se conforman con poder pasearlo, descubrirlo y vivirlo, de día y de noche.

Sea como sea, Justicia es uno de los barrios favoritos de los madrileños y desde la Guía del Ocio, hemos preparado un plan de un día con algunos de los sitios imprescindibles que no puedes dejar de visitar para que te hagas una idea de lo que se cuece por aquí. De 12:00 a 0:00, ¡toma nota!

Café de l´Institut français

El día da el pistoletazo de salida con un buen desayuno en el Café de l´ Institut français, calle del Marqués de la Ensenada, 12, en un precioso jardín interior que nos traslada a Francia con un solo golpe de vista.

Un remanso de paz y vegetación frecuentado por los alumnos y profesores del Instituto, personal del Consulado General de Francia (ubicado muy cerca) y ejecutivos que trabajan por la zona. Sin embargo, el público se ha ido ampliando y no es para menos, su carta de desayunos y comidas es exquisita y a buen precio: café au lait con croissant, tarta casera, sopa de cebolla, quiches, ratatouille… son solo algunos de los favoritos. Sin olvidar el afterwork, ese momento de disfrute tras salir del trabajo con una bebida refrescante en la mano y en un ambiente acogedor.

Clínicas Vieco

Ubicada en la calle de Bárbara de Braganza, 14, Clínicas Vieco es un centro de medicina y cirugía estética donde emplean tecnología de última generación para poder cumplir con los deseos y objetivos del paciente.

Definida como clínica boutique, el personal se distingue por su calidez y cercanía, algo esencial a la hora de someterse a cualquier tratamiento corporal y de belleza: confianza.

La decoración interior está muy cuidada, en tonos blancos que contrastan con los colores de una parte del mobiliario, invitando así al descanso y el disfrute. Lo ideal para comenzar la mañana poniéndonos a punto para el fantástico verano que nos espera por delante.

Barrutia y el 9

A mediodía elegimos Barrutia y el 9, un restaurante familiar centenario ubicado en la calle Santa Teresa, 9 que hace las delicias de todo aquel que pasa por aquí. Y no es para menos, su esencia de taberna con platos perfectos para compartir se deja cautivar: tortilla de patata semicuajada con trufa negra y blanca, salmorejo de remolacha con lascas de manchego y aceite de perejil, croquetas de cabrales y brie…

Barrutia y el 9 también es el lugar ideal para tapear en la barra. Un espacio auténtico donde la buena comida se une al trato y saber hacer de Luis Barrutia y su familia, dueños del restaurante.

Museo del Romanticismo

La tarde continua en el Museo del Romanticismo, un palacete que recrea la vida cotidiana y las costumbres de la alta burguesía durante el Romanticismo. En la visita, podemos conocer cómo era la sociedad durante este periodo histórico, así como quiénes fueron los principales protagonistas de este movimiento cultural en España.

El Museo se ubica en la calle San Mateo, 13 y es más que recomendable si queremos tener una visión global sobre el arte, la historia y la vida cotidiana de nuestro país por aquel entonces, a través de colecciones de gran riqueza expositiva.

Los 33

Los 33 es el restaurante de moda, conseguir una reserva no es tarea fácil, pero nos haremos con ella.

Cenar aquí es toda una experiencia: tres espacios, una cuidada decoración y una gastronomía que fusiona la cocina de España y Uruguay. Una idea que nació a partir de un sandwich mixto. El mismo o incluso uno mejor con el que cuenta la carta y que ya es el favorito de muchos.

Ubicado en la Plaza de las Salesas, 9, en su carta podemos encontrar exquisitas carnes, pero también la Tortilla Salesas, en honor a su ubicación, de patata y cebolla que no deja indiferente a nadie o los típicos entre panes.

¿Después de la cena?, copas y muy buen ambiente.

Bar Café de París

Bar Café de París ha visto a generaciones desfilar en su interior. Es ese sitio al que acudir si se quiere alargar la noche, pero en un ambiente más recogido, menos comercial, donde destaca la buena música y el buen rollo.

Ecléctico, parisino, bohemio y de luz tenue. Sin estridencias, algo que de vez en cuando se agradece en una ciudad como Madrid donde reina la inmediatez y lo nuevo constantemente.

Bar Café de París no decepciona, por ello, su público se acaba convirtiendo en fiel y repiten fin de semana sí y fin de semana también, déjate sorprender y compruébalo tu mismo. Calle de Santa Teresa, 12.