Hasta el 2 de julio, el restaurante Carbón presenta una propuesta gastronómica fuera de carta dedicada al bonito del norte, uno de los productos más esperados y aclamados del verano. Cuatro elaboraciones únicas que ensalzan la calidad, la textura y el sabor de este pescado atlántico, capturado en su mejor momento en las costas de Fuenterrabía – Hondarribia justo cuando inicia su migración desde el sur de Francia.

La nueva propuesta, firmada por el chef Gonzalo Armas, invita a los comensales a disfrutar de una experiencia donde prima el respeto por el producto, el arraigo a la tradición y una técnica culinaria que realza el sabor auténtico del bonito. Una iniciativa que refuerza la filosofía de Carbón: cocinar con lo que da la temporada y hacerlo justo en su punto óptimo de frescura y maduración.

Cuatro platos para rendirse al sabor del bonito del norte

El recorrido comienza con una gilda de bonito con encurtidos, una reinterpretación del clásico bocado donostiarra que combina pescado marinado, verduras escabechadas y matices frescos y equilibrados. Un entrante que abre el apetito con elegancia y conecta directamente con el universo de las barras del norte.

A continuación, se sirve el bonito en salazón sobre ajoblanco malagueño, un plato que establece un delicioso puente entre el norte y el sur. El pescado se marina previamente para potenciar su textura tersa y jugosa, y se presenta sobre una base de ajoblanco elaborado con almendra cruda nacional, ofreciendo un juego de contrastes lleno de sutileza y profundidad.

El tercer pase se adentra en la tradición marinera con un guiso de fabes frescas con bonito de Fuenterrabía – Hondarribia, un plato de cuchara que remite a las recetas de los barcos pesqueros. Sabroso, nutritivo y reconfortante, este plato habla de raíces, oficio y cocina con alma.

Como broche final, ventresca de bonito asada, ajada y piparras fritas, una elaboración intensa y llena de carácter. El punto justo de brasa se combina con la melosidad de la ventresca y el toque vibrante de las primeras piparras de Guetaria, logrando un equilibrio perfecto entre grasa, fuego y frescura.

Una oda a la temporalidad en el corazón de Madrid

Esta propuesta especial no solo pone en valor uno de los productos estrella del verano, sino que reafirma el compromiso de Carbón con una cocina honesta, de temporada y cargada de memoria. Cada plato cuenta una historia y refleja la conexión del chef con el producto, el territorio y el momento justo en el que la naturaleza ofrece su mejor versión.

El restaurante, conocido por su mirada contemporánea a la cocina tradicional y su dominio del fuego, se convierte así en un escenario ideal para disfrutar del bonito del norte en Madrid, con una experiencia culinaria que solo estará disponible por tiempo limitado.

No es la primera vez que Carbón organiza este tipo de actividades temporales. En la Guía del Ocio os hemos contado otras experiencias similares como, por ejemplo, sus ¨Siete formas de ver un bogavante¨

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