Exposición para celebrar los 200 años de la Novena Sinfonía de Beethoven
Beethoven. Del corazón al corazón, una exposición sensorial que combina obras pictóricas con proyecciones artísticas y musicales inspiradas en Beethoven, en el año en el que se celebra el 200º aniversario del estreno de la Novena Sinfonía. En esta muestra, las pinturas de Andrés García Ibáñez, uno de los mayores representantes pictóricos del realismo español, conviven con obras de Francisco de Goya, coetáneo del compositor alemán.
Beethoven. Del corazón al corazón propone un viaje reflexivo y emocional por la música de uno de los compositores más rupturistas e influyentes de todos los tiempos, Ludwig van Beethoven. Este viaje histórico, pictórico y musical se materializa en el trabajo del artista Andrés García Ibáñez y en esta serie pictórica beethoveniana, realizada entre 1996 y 2012, un conjunto de obras figurativas de grandes dimensiones con alusiones al mundo clásico e inspiradas en las composiciones de Beethoven.
La pintura de Goya completa la exposición
La exposición se completa con dos pinturas de Francisco de Goya, un artista al que se ha comparado vital y artísticamente con Beethoven. Aunque nunca llegaron a conocerse, fueron coetáneos y son para Andrés García Ibáñez sus dos grandes maestros.
En concreto, Serrería Belga exhibe La condesa de Baena (1819) de Goya, cedido por la Fundación Zuloaga, de gran valor artístico, prólogo de sus pinturas negras y que se expuso por última vez en Madrid en 1961 en el Casón del Buen Retiro con motivo del cuarto centenario de la capitalidad de Madrid. De gran parecido compositivo con La maja vestida, presenta a una mujer recostada sobre una suntuosa otomana de tapicería rojiza. Su rostro serio, pensativo y de mirada profunda parece reflejar los tiempos convulsos en los que se pintó.
Además, puede verse Escena de la Guerra de la Independencia, óleo sobre hojalata atribuido a Goya, fechado entre 1810 y 1812, cedido por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino. La Guerra de la Independencia dejó una profunda huella en el artista y este podría ser uno de los doce cuadros detallados en el inventario que realizó el propio Goya. De tonalidades oscuras y temática bélica, presenta personajes en plena lucha de una forma muy personal que puede verse también en otras obras de Goya estilísticamente muy parecidas, como El 2 de mayo de 1808 en Madrid.
La música de Beethoven inspira las obras de García Ibáñez
Los cuadros de Andrés García Ibáñez resumen los ideales del Romanticismo, de la Revolución Francesa y de todas las utopías por las que luchó Beethoven. El compositor marcó un antes y un después en la historia de la música, rompió reglas anteriormente establecidas y está considerado por muchos como el primer compositor romántico.
El hilo conductor de la exposición pone el acento en algunos de los temas fundamentales para Beethoven y que García Ibáñez refleja en sus lienzos. Destacan entre ellos, la sepultura de las tradiciones artísticas clásicas, la libertad musical sin barreras, la bondad y la naturaleza, la sordera y sus tinieblas, las contiendas bélicas, el amor y la intimidad, la religión o la muerte.
Las piezas expuestas están acompañadas por instalaciones sonoras y códigos QR que permiten al visitante contextualizar las obras y escuchar las composiciones de Beethoven en las que se inspiró García Ibáñez para realizar cada uno de los cuadros.
Entre las piezas musicales incluidas figura la Novena Sinfonía de Beethoven que tiene su reflejo en La fraternidad universal, un lienzo que muestra a los integrantes de un coro cantando desnudos y sin artificios y “vestidos” únicamente con sus voces y con su gestualidad.
La muerte de Dios sirve de cierre de la exposición. La obra hace alusión al modo personalísimo de entender la religión por parte de Beethoven, con un Dios sin intermediarios y rompiendo con la religiosidad más pura.
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