El Viaje de Agua de Amaniel: visitas guiadas gratuitas
Ya puedes visitar el Viaje de Agua de Amaniel, tras la recuperación y rehabilitación de un tramo de 50m aproximadamente. El tramo del viaje es conocido también como Viaje de Palacio, porque abastecía de agua a la residencia real. Éste consta de tres galerías de captación revestidas de ladrillo, que disponen de pozos de ventilación y de acceso, así como de hornacinas en las paredes para colocar luminarias.
Esta obra de ingeniería hidráulica subterránea de 400 años de antigüedad fue ordenada construir por Felipe III a imitación de los qanats árabes.
El proyecto recogía el agua del subsuelo en el norte de Madrid, para llevarla a través de galerías subterráneas filtrantes al centro de la ciudad.
Dos itinerarios para visitar el Viaje de Agua:
El primer tramo visitable del Viaje de agua de Amaniel va desde Dehesa de la Villa (o Dehesa de Amaniel) hasta el Arca Vieja de Amaniel (o Caño Gordo). Este itinerario muestra las galerías de captación de agua, desde las fuentes de suministro en la Dehesa con sus característicos capirotes, hasta el arca cambija, donde se decantaba el agua para ser canalizada hacia la ciudad.
Y el segundo de los trayectos transcurre en superficie, desde el Arca Vieja de Amaniel o Caño Gordo hasta el Museo de los Caños del Peral en la estación del Metro de Ópera. En este itinerario se puede contemplar parte del acueducto del viaje de agua de Amaniel. Éste fue construido para salvar el barranco del arroyo del Arenal y llevar el agua hasta el Palacio Real.
El Viaje del agua, un proyecto del siglo XVII
El Viaje del Agua de Amaniel debe su nombre a su origen en la Dehesa de Amaniel, actual Dehesa de la Villa.
Felipe III ordenó construirlo para abastecer de agua el Alcázar de Madrid y, posteriormente, al Palacio Real. A diferencia de otros viajes de agua de titularidad municipal, éste pertenecía a la Casa Real, permitiendo a la Corona la concesión de agua a conventos y nobles.
La Villa de Madrid se abastecía de agua potable mediante unas galerías subterráneas o viajes de agua. Hasta 1858 con la inauguración del Canal de Isabel II que trae las aguas del río Lozoya.
Las obras comenzaron en 1613 bajo la dirección de Tomás de Angulo y Fray Alberto de la Madre de Dios, y hacia 1621 ya estaba en funcionamiento.
Sin embargo, debido a problemas constantes de colapsos y derrumbes, además de sobreexplotación; el arquitecto Juan Batuista Saqueti elaboró un proyecto de recuperación del viaje de agua, retomado por Francisco Sabatini. Pero nunca se completó totalmente.
Por ello, en el año 1846, Narciso Pascual y Colomer elaboró el plano más completo que se conserva, pero con la construcción del Canal de Isabel II, el viaje fue abandonado.
Conoce en profundidad la historia y singularidad de algunos de los viajes de agua del subsuelo madrileño, gracias a las visitas guiadas gratuitas al Viaje del Agua. Encontrarás más información sobre estas visitas en este enlace.
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