Del 7 de mayo al 29 de junio, el Teatro Reina Victoria acoge una nueva versión del célebre drama de Martin McDonagh, “La reina de la belleza de Leenane”, dirigido por Juan Echanove y protagonizado por María Galiana y Lucía Quintana. Un montaje que ahonda en la soledad, la dependencia emocional y las relaciones familiares marcadas por el desgaste del tiempo.

Un clásico contemporáneo con acento irlandés

Estrenada originalmente en 1996, esta obra se sitúa en una casa humilde, aislada en las afueras del pequeño pueblo de Leenane, en la costa oeste de Irlanda. Allí viven Mag, una anciana de salud frágil, y su hija Maureen, soltera y entrada en los cuarenta. Ambas arrastran una convivencia tensa, marcada por el rencor, los silencios incómodos y heridas mal cerradas.

La historia se desencadena con la visita de Pato Dooley, un pariente que llega con motivo de una celebración. Su aparición sacude la frágil rutina entre madre e hija, y abre la puerta a un posible cambio que no todos están dispuestos a aceptar.

Reparto y equipo artístico

El reparto está encabezado por dos actrices de gran recorrido: María Galiana, en el papel de Mag, y Lucía Quintana, como Maureen. Junto a ellas, completan el elenco Javier Mora (Pato) y Alberto Fraga (Ray).

La dirección corre a cargo de Juan Echanove, que aporta una mirada sobria y precisa a esta historia cargada de tensión emocional. El montaje cuenta con escenografía y vestuario de Ana Garay, iluminación de David Picazo y música original de Orestes Gas. La adaptación del texto ha sido realizada por Bernardo Sánchez.

Funciones y entradas

• Dónde: Teatro Reina Victoria (Madrid)

• Cuándo: del 7 de mayo al 29 de junio

• Funciones: miércoles a domingo

• Duración: 90 minutos

• Entradas: a la venta en taquilla y plataformas digitales

Una historia íntima y desgarradora

“La reina de la belleza de Leenane” no necesita grandes artificios para atrapar al espectador. Lo hace desde la palabra y la interpretación, con una narrativa que se mueve entre lo cotidiano y lo trágico. El texto de McDonagh se sostiene sobre diálogos afilados y situaciones tan reales como incómodas, y en esta versión española encuentra una puesta en escena contenida pero contundente.

El resultado es un drama que, aunque ambientado en la Irlanda rural de los años noventa, habla de temas universales: la soledad no elegida, la dependencia afectiva, el miedo a quedarse atrás y las heridas familiares que nunca terminan de cerrar.

Una propuesta teatral intensa, honesta y muy bien interpretada, que merece ser vista.