El martirio de San Andrés de Rubens llega al Museo del Prado
Del 3 de marzo de 2025 al 30 de junio de 2026, el Museo Nacional del Prado exhibe El martirio de San Andrés, una pintura monumental de Peter Paul Rubens, figura central del barroco flamenco. Gracias a la generosidad de la Fundación Carlos de Amberes, esta obra maestra se incorpora de forma temporal a la colección del museo, que ya alberga la mayor y más importante selección de obras del artista a nivel mundial.
La pintura se presenta en la sala 16 B del edificio Villanueva, en su marco original y con una museografía que respeta tanto su escala como su significado devocional y artístico.
Un encargo religioso con raíces flamencas
El martirio de San Andrés fue realizado por Rubens en 1639, durante su última etapa creativa, coincidiendo con los años en los que trabajaba en los diseños para la Torre de la Parada, un pabellón de caza del rey Felipe IV.
El encargo partió de Jan van Vucht, un agente en Madrid de la imprenta Plantiniana de Amberes. Su destino era el altar mayor de la iglesia del Real Hospital de San Andrés de los Flamencos, en la calle San Marcos de Madrid. Este hospital fue fundado en 1606 para ofrecer acogida a peregrinos y necesitados procedentes de las diecisiete provincias de los Países Bajos, cumpliendo la voluntad del benefactor flamenco Carlos de Amberes.
En 1621, año en que se restituyó la soberanía de estas provincias a Felipe IV, se construyó una nueva iglesia en el mismo lugar. La elección de San Andrés como figura central del altar no fue casual: su festividad estaba asociada a la Real Capilla de los Austrias y vinculada a la Orden del Toisón de Oro. San Andrés es patrono de la Casa de Borgoña y de los estados de Flandes, lo que refuerza la dimensión política y simbólica de la pintura en su emplazamiento original.
Descripción de la obra y fuentes iconográficas
Rubens representa una escena intensa del martirio de San Andrés, basada en el relato recogido en La leyenda dorada de Jacopo de la Vorágine, una de las fuentes hagiográficas más influyentes de la Edad Media. El apóstol, crucificado en una cruz en forma de aspa, se niega a ser liberado por sus seguidores. Declara ver a Cristo esperándole y ruega no ser bajado con vida, petición que se cumple cuando su cuerpo es envuelto por una luz sobrenatural que ciega a los presentes.
La composición se inspira en una versión anterior de Otto van Veen (Otto Vennius), maestro de Rubens, realizada para la iglesia de San Andrés en Amberes. Se conserva un dibujo preparatorio del propio Rubens en el Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam, lo que permite estudiar el proceso creativo del artista desde el boceto inicial hasta la obra final.
Una obra clave en la producción tardía de Rubens
Esta pintura se sitúa en la fase final de la trayectoria de Rubens, caracterizada por un estilo más suelto, mayor expresividad en los gestos y un dominio pleno del claroscuro. A pesar de los problemas de salud que marcaron sus últimos años, Rubens continuó trabajando con intensidad, produciendo obras de gran formato y contenido profundamente espiritual.
La inclusión de El martirio de San Andrés en la colección del Prado permite no solo enriquecer el conocimiento del público sobre su etapa final, sino también contextualizar mejor su papel como pintor de culto, diplomático y creador de imágenes que servían tanto a la devoción como al poder político.
Visitar la exposición
La obra puede visitarse en el Museo Nacional del Prado de Madrid del 3 de marzo de 2025 al 30 de junio de 2026. Su exhibición no solo representa una oportunidad única para contemplar una obra maestra poco accesible hasta ahora, sino también para entender el vínculo histórico entre España y los antiguos Países Bajos, así como la función del arte como herramienta de identidad y fe en el siglo XVII.
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